DIFERENCIALES POLITICAS EDUCATIVAS

Se viven conflictos constantes en Chile, entre el gobierno y los estudiantes de educación publica superior. La pasada semana se realizaron diferentes manifestaciones y marchas de los estudiantes en Santiago. El pedido de los estudiantes es una mejor calidad de educación. Además reclaman tener docentes con mejor preparación académica. A diferencia de Chile, en Bolivia las marchas tienen otro tipo de pedidos. Las principales  calles de La Paz generalmente se colman de muchos estudiantes, cuando estos se aplazan en su ingreso a la universidad pública. Y marchan reclamando  mayores cupos o menor complejidad en los exámenes.

En Bolivia el Estado Plurinacional no contempla políticas efectivas de planificación educativa en educación superior.  Solo se maneja en el ámbito de integración educativa multiétnica y pluricultural en los niveles inicial y secundario. No se manifiesta un interés estatal de mejorar la calidad de educación superior, tampoco se visibiliza una inquietud de la población estudiantil de las universidades públicas, en otros aspectos que no tengan que ver con el presupuesto,  la autonomía universitaria, la libre cátedra y el bajo costo de matriculación.

La política educativa chilena mantiene una estructura diferencial a la boliviana. La administración de la educación pública establece que el Estado contribuye en un 80% del costo de la educación superior de los estudiantes chilenos en universidades e institutos públicos. El resto del costo debe ser sustentado por los estudiantes mediante préstamos bancarios. A la par del apoyo estatal, los estudiantes beneficiados deben ser debidamente seleccionados, y tener un rendimiento óptimo en sus universidades e institutos públicos. En su defecto pierden dicho beneficio.

Como se puede evidenciar, el manejo de la educación en nuestro país a diferencia de Chile es claramente incipiente. La educación chilena en base su economía desarrollada, se da el lujo de invertir únicamente en estudiantes óptimos, para tener profesionales idóneos en el mercado laboral de dicho país. En Bolivia política educativa establece mayores posibilidades y facilidades para la población estudiantil, para acceder a universidades e institutos públicos, con costos bajos y calidad educativa al mismo nivel bajo.

Las autoridades de nuestro país deben planificar la educación, considerándola como una prioridad esencial y básica para el desarrollo y crecimiento. Se deben establecer directrices macro, sobre las cuales se debe trabajar con distintos equipos de profesionales especializados en el área, conjuntamente con las instituciones involucradas. No es posible que en base criterios ideológicos y meramente simbólicos se pretenda actualmente un desarrollo, que podría denominarse utópico.