LOS MEDIOS TAMBIEN TIENEN SENTIMIENTOS

Siempre que uno prende el televisor, se encuentra con el melodrama de moda o al escuchar la estación de radio, esta transmite las baladas que hacen furor o al leer algunas revistas, ahí están las infinitas publicaciones dizque sentimentales o en el momento de ir al cine a ver una película siempre hay una “de amor". A raíz de todo esto, lo primero que ocurre preguntarse es: ¿cómo es posible que historias tan estereotipadas y sentimientos tan anodinos se conviertan en millonarios éxitos de ventas a nivel mundial?. Al final lo que narran siempre, es previsible desde el inicio y la meollo de lo que expresan es la obsesión por alguien que se fue; resulta, en efecto, perturbador que el mercado nacional de medios, también se nutria con emociones superficiales.

"El amor es como la publicidad, esta en todos los medios", ya que es clara y evidente la necesidad que tiene la gente y los medios de publicar los sentimientos, de distribuirlos de la manera más sofisticada posible, y responder  a estructuras mediáticas, donde se proliferan un sinfín de mensajes cuyo contenido imaginativo y cuyo vocabulario ha de circunscribirse a una audiencia determinada, con un mismo tema “de amor”. Los gestos de los actores, la música de fondo y los estribillos de las canciones, todo contribuye a enriquecer la sensibilidad.

De hecho, la afirmación, por banal que parezca, apunta a desentrañar el papel que los sentimientos juegan en la comunicación social moderna. En la actualidad, no basta con que uno viva sus sentimientos, parece ser una necesidad hacerlos públicos, no importa el medio con tal que se muestren en pantalla, pues, si se reservan, es como si no existiesen.

El sentimiento es un concepto difícil de definir, manifiesta una unión con la realidad que por fuerza se materializa: sentimos felicidad, odio, tristeza. En ocasiones, no sabemos por qué sentimos pero sabemos que sentimos. Sea una u otra cosa, lo único que se señala es la riqueza del sentimiento cuando interviene en la formación de la persona.

El sentimentalismo, en cambio, parece ser un problema, no es individual sino colectivo, no es parte de una disposición humana que se hace patente a lo largo de la historia sino una condición de la época moderna. Condición que desarrolla modelos comunicativos para que los sentimientos se manifiesten, modelos cuya premisa básica es la generalidad. De ahí la superficialidad y la monotonía de las telenovelas, películas, canciones y revistas que machacan unos cuantos motivos pseudo sentimentales.